El Inegi ha informado que el 23% de la población ocupada en México, alrededor de 12.9 millones de personas, se considera trabajadora independiente o por cuenta propia. Ante esta realidad laboral, surge el régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios, una opción fiscal que ofrece flexibilidad tanto para las empresas como para los trabajadores.
En este artículo, exploraremos en detalle qué es este régimen, cómo funciona, quiénes pueden utilizarlo y las ventajas y desventajas que ofrece.
¿Qué es el régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios?
De acuerdo con la ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR), los empleadores tienen la opción de retener el impuesto al prestador de un servicio independiente. A partir de esta opción, surgen los ingresos asimilados a salarios.
Estos son definidos por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como aquellos obtenidos por un trabajador independiente. Los cuales, desde el punto de vista fiscal, reciben un tratamiento similar al del régimen de sueldos y salarios.
¿Qué obligaciones tienen las personas bajo el régimen de asimilados a salarios?
Las personas que se encuentran bajo el régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios tienen las siguientes obligaciones, de acuerdo con el SAT:
- Estar inscritos en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC). Esta inscripción puede ser realizada por el propio trabajador o por quien lo contrata.
- Pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) a través de las retenciones ejecutadas por el empleador. Estas retenciones deben estar registradas en los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI).
- Efectuar la declaración anual por los ingresos obtenidos. Esta declaración puede ser hecha por quienes contratan o por el empleado.
- Los contribuyentes que se encuentran en el régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios están obligados a pagar impuestos sobre los ingresos que perciben por sus servicios profesionales. Generalmente, estos ingresos se gravan a una tasa fija establecida por la legislación fiscal, y los contribuyentes deben presentar declaraciones mensuales y anuales ante el SAT.
¿Quiénes pueden contratar bajo el régimen de asimilados a salarios?
El régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios resulta adecuado para diversos tipos de empresas y situaciones laborales.
Generalmente, son compañías que requieren personal por temporada o de forma eventual. Tales como desarrolladoras de software, agencias de marketing o empresas que realizan proyectos temporales. También se contrata personal como mandos medios, vendedores, administrativos, entre otros, según la Comisión Representativa ante Organismos de Seguridad Social (CROSS).
¿Es beneficioso para mi negocio tener personal bajo el régimen de ingresos asimilados al salario?
Muchas empresas que están empezando, contratan parte de su personal bajo el régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios, ya que facilita las operaciones y la carga fiscal. Contratar personal bajo esta modalidad ayuda a mantener equilibradas las finanzas del negocio y evita gastos innecesarios durante el tiempo que se contratan servicios temporales.
Además, este régimen ofrece flexibilidad y libertad tanto para la empresa como para los trabajadores independientes. Lo cual puede ser ventajoso en situaciones donde se requiere personal especializado por un período determinado.
¿Quiénes pueden ser asimilados a salarios?
La Ley del ISR, en su artículo 94, asimila a salarios los siguientes ingresos:
- Remuneraciones a trabajadores de gobierno y miembros de las fuerzas armadas.
- Rendimientos y anticipos a socios de una sociedad cooperativa, sociedad y/o asociaciones civiles.
- Honorarios pagados a administradores o consejeros.
- Honorarios por prestación de servicios preponderantemente a un prestatario.
- Ingresos de personas físicas que prestan servicios profesionales o realizan actividades empresariales y que optan por pagar el ISR como asimilados.
- Ingresos por adquisición de acciones del empleador sin costo o precio inferior al valor de mercado.
Beneficios de contratar mediante el régimen de asimilados a salarios
El régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios ofrece ventajas y desventajas, tanto para las empresas como para los empleados, que deben tenerse en cuenta. A continuación, mencionaremos algunos de ellos:
Para las empresas:
- Facilita las operaciones: La contratación de trabajadores independientes bajo este régimen permite a las empresas contar rápidamente con los servicios de profesionales especializados para proyectos y tareas temporales. Esto agiliza las operaciones y evita la necesidad de contratos laborales a largo plazo.
- Reduce costos: Al no existir una relación subordinada, las empresas no están obligadas a otorgar prestaciones mínimas de ley, como seguro social, vacaciones pagadas o reparto de utilidades. Esto puede representar un ahorro significativo en costos para las empresas. Especialmente cuando se trata de contrataciones temporales.
Para los empleados:
- Libertad y flexibilidad: Los trabajadores asimilados a salarios gozan de una mayor libertad en su trabajo, ya que no están sujetos a una relación subordinada con la empresa contratante. Estas medidas les permiten tener un mayor control sobre sus horarios y formas de trabajo.
- Menos carga administrativa: Al ser la empresa la encargada de retener el ISR, los trabajadores se liberan de la presentación de declaraciones de impuestos por los ingresos percibidos. Esto reduce la carga administrativa y simplifica el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
- Exención de IVA: A diferencia del régimen de servicios profesionales, en el régimen de sueldos asimilados a salarios no se aplica el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Esto puede resultar en ingresos netos más altos para los trabajadores, ya que no tienen que retener y pagar dicho impuesto.
Desventajas del régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios
A pesar de los beneficios que ofrece, el régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios también presenta algunas desventajas tanto para las empresas como para los empleados. Repasemos algunas de ellas.
Para las empresas:
- Falta de relación de subordinación: Legalmente, la empresa no puede exigir una jornada laboral o supervisar directamente el trabajo de los empleados asimilados a salarios. Esto puede limitar el control y la supervisión que las empresas tienen sobre los proyectos y tareas realizadas por estos trabajadores.
- No es deseable para todos los trabajadores: Debido a la falta de prestaciones mínimas de ley, la contratación por honorarios asimilados a salarios puede no ser deseable. Sobre todo para las personas que buscan obtener derechos de seguridad social y otras prestaciones laborales.
Para los empleados:
- Falta de derechos laborales: Al no existir una relación laboral formal, los trabajadores asimilados a salarios no tienen acceso a los mismos derechos laborales que aquellos con contratos laborales tradicionales. Esto incluye prestaciones como seguro social, vacaciones pagadas, aguinaldo y participación en las utilidades de la empresa.
- Menores ingresos netos: Debido a la retención inmediata del 30% por ISR, los trabajadores pueden experimentar una disminución en sus ingresos netos. Sobre todo si se lo compara con el régimen de servicios profesionales, donde la retención es del 10%. Además, no cuentan con el subsidio al empleo que podría beneficiar a trabajadores bajo el régimen de servicios profesionales.
Conclusión
El régimen de sueldos e ingresos asimilados a salarios ofrece flexibilidad y beneficios tanto para las empresas como para los trabajadores independientes. Sin embargo, también presenta limitaciones y desventajas en términos de derechos laborales y estabilidad de ingresos.
Es importante que las empresas y los trabajadores evalúen cuidadosamente las características de este régimen a la hora de sumarla a su estructura salarial. Preguntate, ¿realmente se ajusta a tus necesidades y objetivos particulares?