La marca empleadora representa la reputación que una empresa tiene entre sus colaboradores y hacia el exterior, posicionándose como un lugar propicio para el desarrollo profesional.
Este concepto surgió en los Estados Unidos en los años setenta y ha cobrado relevancia por los grandes beneficios que aporta en la construcción de una cultura laboral sólida y atractiva.
¿Qué es una marca empleadora?
Marca empleadora, o employer branding, es la estrategia que se utiliza para posicionar a una empresa como la preferida, la cual está dirigida tanto para los empleados actuales y del público en general.
En otras palabras, es como los clientes internos y externos ven la compañía, cómo la valoran y por qué les gustaría trabajar ahí.
¿Cómo crear una marca empleadora?
La creación de una marca empleadora es crucial en una estrategia corporativa. Es por eso que dejaremos una guía con pasos claves para construir una marca atractiva y efectiva:
Definición del público objetivo
Identifica y comprende a quién te diriges. ¿Qué talento deseas atraer? Define el tono y el mensaje que resonará con ellos.
Análisis de la situación actual
Evalúa honestamente la posición de tu empresa en el mercado laboral. ¿Qué percepción tienen los empleados actuales y potenciales? ¿Qué aspectos destacan y cuáles necesitan mejorar?
Análisis de la situación deseada
Visualiza el panorama ideal. ¿Cómo te gustaría que te percibieran como empleador? Define tus aspiraciones y objetivos a largo plazo.
Definición de objetivos claros
Establece metas concretas y alcanzables. ¿Qué quieres lograr con tu estrategia de marca empleadora? Sé específico en tus objetivos para poder evaluar tu progreso.
Propuesta de valor para el empleado
Identifica qué hace a tu empresa especial. ¿Qué beneficios y oportunidades ofreces a tus colaboradores? Destaca lo que te diferencia de la competencia.
Establecimiento de canales de comunicación
Selecciona los medios adecuados para transmitir tu mensaje. ¿Dónde se encuentra tu audiencia objetivo?
Utiliza redes sociales, newsletters y otros canales relevantes para llegar a ellos.
Acciones internas y externas
Implementa iniciativas tanto dentro como fuera de la empresa.
Fortalece el compañerismo entre los colaboradores y cuida tu reputación en portales de empleo y otros medios externos.
Monitoreo y evaluación constante
Mide tu progreso y ajusta según sea necesario. ¿Qué tan efectivas son tus acciones? Mantente flexible y adapta tu estrategia según los resultados obtenidos.
Siguiendo estos pasos, podrás mejorar tus indicadores de marca empleadora, como la tasa de aceptación de ofertas laborales y la retención de talento.
Beneficios de una marca empleadora
Menor rotación de empleados
La rotación de personal es costosa. Cada vez que un empleado deja la empresa, se incurre en costos asociados con la contratación y la capacitación de un reemplazo.
Se estima que la pérdida de un colaborador puede generar gastos de hasta 10 mil dólares, lo que subraya la importancia de retener talento mediante una marca empleadora sólida.
Reducción de costos de contratación y capacitación
Contratar y capacitar a nuevos empleados es una inversión significativa. Una marca empleadora bien establecida reduce la probabilidad de contratar personal no adecuado, lo que puede equivaler a un ahorro considerable.
En promedio, según un informe de Adecco, el costo de reemplazar a un empleado equivale a 1.8 y 2 veces el salario anual del puesto.
Fidelización del personal
La retención del talento es clave para la estabilidad y el crecimiento de la empresa. Una marca empleadora sólida promueve la fidelidad de los empleados al ofrecer un ambiente de trabajo atractivo y oportunidades de desarrollo, evitando así la fuga de talento y los costos asociados con la contratación de reemplazos.
Consolidación de la imagen empresarial
La reputación como empleador influye en la percepción externa de la empresa. Una marca empleadora positiva no solo atrae talento, sino que también fortalece la imagen de la empresa ante clientes y socios comerciales potenciales.
Por eso, también es importante que establezcas una política de redes sociales para tus empleados.
Aumento en la productividad
Los empleados comprometidos y satisfechos tienden a ser más productivos. Una marca empleadora sólida motiva a los empleados a dar lo mejor de sí mismos, lo que se traduce en un aumento de la productividad y la calidad del trabajo realizado.
¿Cómo diagnosticarla?
Para diagnosticar el estado de la marca empleadora y comprender su efectividad, es importante considerar una variedad de indicadores clave. Aquí hay algunos ejemplos:
Tasa de retención de empleados
Esta métrica indica la capacidad de la empresa para retener a su talento. Una alta tasa de retención sugiere que los empleados están satisfechos y comprometidos con la empresa, lo que puede ser un indicador de una marca empleadora sólida.
Tasa de rotación
A diferencia de la retención, la rotación mide el porcentaje de empleados que dejan la empresa en un período de tiempo determinado. Una alta rotación puede indicar problemas con la marca empleadora, como insatisfacción laboral o falta de compromiso.
Feedback de los empleados
Encuestas de clima laboral, entrevistas de salida y otros métodos de recopilación de feedback pueden proporcionar información valiosa sobre cómo los empleados perciben la marca empleadora y la cultura empresarial.
Participación en el proceso de contratación
El interés y la participación de candidatos calificados en los procesos de contratación pueden indicar la atracción que ejerce la marca empleadora en el mercado laboral.
Calidad de los candidatos
Evaluar la calidad y adecuación de los candidatos que se postulan para las vacantes puede proporcionar información sobre cómo la marca empleadora está siendo percibida por el talento externo.
Participación en programas de referencia de empleados
La participación de los empleados en programas de referencia puede indicar su nivel de compromiso y satisfacción, así como su disposición a recomendar la empresa como empleador.
Conclusión
Una marca empleadora bien gestionada no sólo mejora el ambiente laboral y la satisfacción de los empleados, sino que también genera impactos financieros positivos que contribuyen al éxito y la rentabilidad a largo plazo de la empresa. Es una inversión estratégica que fortalece la competitividad, la retención de talento y la posición de la empresa como empleador preferido en el mercado.
Desde la perspectiva de recursos humanos, gestionar eficazmente la marca empleadora es esencial para optimizar el rendimiento y la productividad del capital humano de la organización, lo que a su vez influye en su desempeño financiero y su capacidad para alcanzar sus objetivos comerciales a largo plazo.